23 mayo 2006

N.A.B.O.S.

Hay un refrán húngaro que dice "Frezpeetr Lkoptü Fnï Strélb", y yo lo sigo al pie de la letra. A veces pasa: uno prende la radio, pone RADIO 10 y escucha una cosa así, que te da vuelta la tortilla. Antes era un perejil, ahora no. Otra hortaliza podría ser... algo fálico también, pero que no rime con gil. Zanahoria, por ejemplo. O nabo, como dice este refrán húngaro: "El nabo será el rey del mundo". Para pensarlo, ¿no? ¿No? ¿Cómo que no? ¿Usted, quienquieraquesea, se puso a pensar en la cantidad de nabos que andamos dando güeltas? Por ahí, como si nada. Llenando el mundo de estupidez. Le garanto que somos bocha, y lo vamos a hacer goma cualquier día de estos que nos pinte, porque los nabos del mundo unidos somos así: una masa deforme, violenta e irreflexiva que aborrece toda lógica o tibiedad. Nosotros, los nabos que según este tal Dicho Popular, este húngaro tan piola, hacemos todo a todo o nada, y nada a nada de todo. El agua del mate, hirviendo. El agua de la ducha, helada como los budistas. El partido, cinco a cero, ganemos o perdamos. Nada de medias tintas ni de tintas chinas ni de ninguna nacionalidad. ¡Unidos, nabos del mundo, dominaremos el mismo! ¡Cómo dice el Sr. Popular: "Frezpeetr Lkoptü Fnï Strélb"!