04 julio 2005

mañana

a esta altura la soledad se me hace inevitable
pienso en despertares sigilosos que cuiden tus sueños
pienso en rincones de la cama que guardaba para vos
tengo tantas mentiras en la cabeza que no puedo dormir
las mañanas me son ajenas
amaneceres de otro
lo mío está perdido en un sueño que se acaba con el sol
y gana nitidez cada vez que cierro los ojos
la radio no habla de la presión que ejerce tu ausencia sobre mi
todos los días de esta vida a medias
ni el diario te va a traer mi desaparición
porque voy a desvanecerme en el aire
voy a evaporarme en la luz del lunes taciturno
voy a ser parte de las nubes que sienten tu frialdad y llueven
voy a ser la primera gota que te toque
cuando pienses en mi recordame así
como el primero que te toca de una multitud de pequeñeces
ni yo ni un millón de mares puede hacerte volver
no hay agua que frene tu camino
te alejás en sueños que se repiten
y yo despierto para extrañarte
para saber que el día me va a oprimir con su certeza de cuartos vacíos
para volver a la rutina nocturna de soñarte a mi lado
para desvanecerme entre sábanas frías y silencio
para dormirme en el recuerdo de tu cercanía
porque el tiempo marca el paso en el cielo
pasan años antre el ayer y mañana
y en el medio la luz tarda siglos en cambiar de lugar
la habitación inquieta se llena de pánico
cree que va a quedar así por siempre
una cama deshecha a medias
una radio que no se prende nunca
un cuadro con tu foto
y un hombre que no termina de desaparecer

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Muy buena!