02 febrero 2006

Muhammad Cartoon

Me rompes las bolas, Chirac, pidiendo a tu pueblo que se dedique a algo menos riesgoso que a imprimir historietas de un árabe, no vaya a ser que sus miles de millones de amiguitos te prendan fuego todas las Embajadas, eligiendo que se te insulte por cagón, pocohuevo y pechofrío antes que por irresponsable, cuando lo que en realidad necesitás es promover las libertades que viene ganando el mundo gracias a lo que hicieron tus compatriotas en 1789, libertades sin las que yo, hoy, acá, no podría decir que sos un miedica del upite.

Me rompes las bolas, Clarín, que no te conformás con repetir como un loro el futuro appartheid que las cadenas internacionales vienen gestando desde el 11 de Septiembre, sino que la exacerbás como corresponde a un pedorro diario del subdesarrollo con esporádicas pretensiones primermundistas, planteando, para que el Soberano entienda, una división inexistente entre Mundo Musulmán y "resto del Mundo", rememorando el mapamundi con el que la National Geographic de 1976 separaba el mundo en rojo y blanco, olvidando que tal división te une indefectiblemente a países que nos están metiendo el dedo en el orto y te separan de países de los que no tenés ni la más prostituta noción, salvo lo que imprimís todo el tiempo: que son barbudos y calentones.

Me rompes las bolas, Kurt Westergaard, que representaste a Mahoma como un príncipe de otra religión, la Hindú, y sin embargo recibiste el honor de ser mandado a cortar en pedacitos por el clero musulmán.

Me rompes las bolas, France Soir, que para hacerte el piolae publicaste un chiste que, sin la más mínima coherencia teológica, ofende más a los judíos que las caricaturas danesas a los musulmanes.

Me rompes las bolas, Liga Árabe de Europa, que para retrucar la herejía del Jylland Posten dibujaste a Hitler culeando a Anna Frank, poniendo en claro que no es la ofensa lo que les molesta sino la exclusividad de la misma, aprovechando la misma impunidad con que la libertad de expresión protege a los daneses para criticar la libertad de expresión.

Me rompes las bolas, diario noruego que republicaste las historietas, con tu poca visión de futuro y tus ganas de repetir algo que en su ámbito original era más una propuesta artística que otra cosa, para convertirlo en una joda a esos musulmanes boludos que nuuuuunca van a leer un diario de noruega. Giles.

Me rompes las bolas, prensa argentina, que en vez de explicar mínimamente que el insulto de las caricaturas además de ser estético es herético al mango, te dedicas a asombrarte como si fueras un expectador más por la furia desatada e incontrolable del musulmán promedio.

Me rompes las bolas, musulmán enfermo, que para hacerle entender al mundo que tu profeta es algo sagrado, divino, digno de admiración, de fe, de respeto por haber traído la verdad al mundo, de amor por mostrar el camino hacia la salvación eterna, te dedicas a quemar embajadas de todo el mundo porque un habitante de un país infiel decidió dibujar una cara barbuda, a amenazar de muerte al que te tilda de violento, y a amenazar de muerte e inconcebible sufrimiento al que te lo hace ver, no reconociendo que Alá promete siete vírgenes a los que se inmolan matando, que tus líderes viven como califas sólo haciendote saltar como leche hervida, ni dándote cuenta de que la escalada de violencia que generaron esas 12 caricaturas (de las cuáles sólo dos causan gracia) es la excusa perfecta para confrontar hasta el aniquilamiento a tus paupérrimos países con fuerzas armadas valuadas en miles de billones.

Me rompes las bolas, Mundo Cristiano, que de tanto horrorizarte por lo retrógradas, retrasados, violentos e irracionales que son los de esa-otra-religión-que-no-es-la-verdadera-como-la-nuestra te olvidás de la caza de moros de hace 500 años, de la caza de judíos de hace 300, de la caza de brujas de hace 200, de la caza de negros de hace 50, y de la caza de morochos-con-pinta-de-árabe de hoy.

Me rompes las bolas, sobre todo y por sobre todas las cosas, Mahoma. Ni siquiera creo que tus huesitos estén en La Meca, chantapuffi.

1 comentario:

Dr. Vaporeso dijo...

Lo que más me gusta de este chiste es que el francés que lo dibujo hizo a Jehová como tres dioses distintos. Encima, seguro que después de agregarle un Buda pensó que ya tenía a todos los dioses representados. ¡PUSISTE NADA MÁS QUE DOS, IGNORANTE! Aprendé a bardear, franchute, que los hijos de Alá te van a ensofletar una Jihad por algo que ni siquiera está bien hecho...