Son las 0700 y el ex Presidente recién se levanta... ¡Arriba, remolón! Es hora de dar la cara y contestar a mis preguntas más picantes. Me recibe con su bata bordó y una pipa de agua. Está respetando la ley anti-tabaco (dado que su departamento está tan transitado de oficiales de la ley que es considerado un lugar público). Es que no se aguanta: tiene una angustia oral peor que la de Shakira.
DR VAPORESO: Buenos días.
JORGE RAFAEL VIDELA: Buenas noches.
(Silencio incómodo, seguido por carraspeo por parte del ex dictador que a tantos niños de Dios mandó matar, seguido de una mirada que me atraviesa sobre el bigote como diciendo terminame rapidito la nota que tengo psiquiatra, nene, seguido de mi inmediata recuperación del habla.)
DRV: Lo primero que se me ocurre es preguntarle a Jorge, el Jorge cariñoso y dominguero de entre casa, ese que se pasea tranquilo por sobre el infame escrache de planta baja, le pregunto, ¿qué cosas le molestan más que todas?
(Silencio incómodo, rozando lo fúnebre.)
JRV: ¿Qué es lo que más me molesta? Las preguntas estúpidas.
DRV: ¿Y qué es lo que más le gusta?
JRV: El silencio apropiado. (dice, apretando las mandíbulas)
DRV: Y digame, después de tantas idas y venidas con esta justicia loca loca de hoy día, ¿dónde se ve de acá a cinco años?
JRV: En prisión.
DRV: Ahá.
(Silencio incomodísimo, los guardaespaldas del señor se le aproximan como sombras armadas de 2m x 2m, al sentir la furia emanando del aura de su amo.)
JRV: En prisión, por asesinato. Pero nada de lo de la Dictadura (por eso nunca me van a dejar adentro). Dentro de cinco años me veo preso por asesinar a un periodista. Voy a estar solo, es más. Mi mujer me va a dejar (no se va a aguantar otro proceso, la gorda). Pero dentro de cinco años y medio voy a apelar. Menem va a ser mi abogado y voy a presentar como prueba justificatoria de mi exabrupto homicida, un tape de una entrevista filmada por el cadáver en mi casa, en la que el magistrado podrá apreciar como me rompía las pelotas con preguntas imbéciles. Seré absuelto y devuelto a la comunidad, a cambio de que los siguientes tres años barra a diario el partido de Escobar. Allí conoceré a Gladys, de los Planes Trabajar, y juntos viviremos mil aventuras hasta llegar a Trelew, donde ella y su familia tendrán un campo de 45.000 hectáreas que le compraron a Benetton, campo que heredaré cuando mate a toda la familia y que, finalmente y a la edad de 87 años, me permitirá pagarme el camino hasta el único trabajo que quise tener en toda mi vida: ser Gobernador de Chubut.
DRV: Bueno, la mitad de lo que dijo no entendí pero acá me dice el cámara que seguro que se corta.
JRV: Estás solo vos con un grabador.
DRV: Cambiando de tema, usted sabe que el año que viene son las elecciones, ¿usted también va a votar a Kirchner como todo el mundo?
(Silencio total... hasta los cuervos que revolotean la azotea se apaciguaron.)
JRV: No voy a votar a Kirchner.
DRV: ¿A quién, a los Radicales?
JRV: No, a nadie.
DRV: Ahhhh. Usted es lo que se dice "apolítico", entonces.
JRV: No exactamente. Yo no soy apolítico, soy anti-político. Me parece que hacer política no transforma el mundo de hoy. Me parece fatuo y por tanto inmoral, seguir desperdiciando por completo el poco tiempo que le dedica el promedio de los argentinos a hacer de este un país mejor. Con suerte, requiere una media hora de intentar distinguir al menos malo dentro de una bolsa que rebosa de los mismos soretes de siempre, una vez cada dos años. Estoy pensando en política y no puedo dejar afuera a la legislatura. No me va a decir que todavía se come el cuentito de la separación de Poderes, que a esta altura del Partido no se puede decir que el Ejecutivo y el Congreso sean dos cosas distintas. Si la única pausa que nos tomamos en dos años de laburo atrofiante, ciudades cayendo y alegría imbécil por televisión, lo malgastamos en votar a los mismos hijos de puta que vienen acumulando ceros desde que el mundo es mundo, ¿por qué en el 2007 no aprovechamos el día de escrutinio para hacer un verdadero esfuerzo reflexivo y aprender a diferenciar la factibilidad de progreso de la eterna utopía que nos venden los que viven de ese círculo vicioso? Si nos tomamos el tiempo suficiente para meditarlo, comprenderemos que dejar de perpetuar el sistema electoral que nos ofrece siempre los mismos candidatos de mierda es mucho más útil que darle un cuarto de lo que usted gana sudando al "menos malo". Lo que es yo, Rafael Videla, no voto más. Me parece que la democracia perdió toda la gracia que tenía al principio, cuando se decidían las cosas. Hoy siempre es "un otro" el que se manda los mocos, y para llegar a ser "un otro" no se puede hacer otra cosa que convertirse en moco humano, arrojado por las catapultas de la conciencia al infierno incandescente de la vergüenza.
DRV: ¿Quién piensa que es mejor jurado, Polino o Sofovich?
JRV: Sofovich, aunque sea judío. Por lo menos no es un maricón.
DRV: Para ir terminando, que se me acaba la cinta, cuenteme, ¿cómo fue su primera vez?
JRV: Pagué una prostituta mejor que la de mis hermanos, para poder debutar con algo de sado-masoquismo. Resultó que era menor de edad y mi padre la mandó matar. Lástima. Me hubiera gustado mandarla matar a mi.
DR VAPORESO: Buenos días.
JORGE RAFAEL VIDELA: Buenas noches.
(Silencio incómodo, seguido por carraspeo por parte del ex dictador que a tantos niños de Dios mandó matar, seguido de una mirada que me atraviesa sobre el bigote como diciendo terminame rapidito la nota que tengo psiquiatra, nene, seguido de mi inmediata recuperación del habla.)
DRV: Lo primero que se me ocurre es preguntarle a Jorge, el Jorge cariñoso y dominguero de entre casa, ese que se pasea tranquilo por sobre el infame escrache de planta baja, le pregunto, ¿qué cosas le molestan más que todas?
(Silencio incómodo, rozando lo fúnebre.)
JRV: ¿Qué es lo que más me molesta? Las preguntas estúpidas.
DRV: ¿Y qué es lo que más le gusta?
JRV: El silencio apropiado. (dice, apretando las mandíbulas)
DRV: Y digame, después de tantas idas y venidas con esta justicia loca loca de hoy día, ¿dónde se ve de acá a cinco años?
JRV: En prisión.
DRV: Ahá.
(Silencio incomodísimo, los guardaespaldas del señor se le aproximan como sombras armadas de 2m x 2m, al sentir la furia emanando del aura de su amo.)
JRV: En prisión, por asesinato. Pero nada de lo de la Dictadura (por eso nunca me van a dejar adentro). Dentro de cinco años me veo preso por asesinar a un periodista. Voy a estar solo, es más. Mi mujer me va a dejar (no se va a aguantar otro proceso, la gorda). Pero dentro de cinco años y medio voy a apelar. Menem va a ser mi abogado y voy a presentar como prueba justificatoria de mi exabrupto homicida, un tape de una entrevista filmada por el cadáver en mi casa, en la que el magistrado podrá apreciar como me rompía las pelotas con preguntas imbéciles. Seré absuelto y devuelto a la comunidad, a cambio de que los siguientes tres años barra a diario el partido de Escobar. Allí conoceré a Gladys, de los Planes Trabajar, y juntos viviremos mil aventuras hasta llegar a Trelew, donde ella y su familia tendrán un campo de 45.000 hectáreas que le compraron a Benetton, campo que heredaré cuando mate a toda la familia y que, finalmente y a la edad de 87 años, me permitirá pagarme el camino hasta el único trabajo que quise tener en toda mi vida: ser Gobernador de Chubut.
DRV: Bueno, la mitad de lo que dijo no entendí pero acá me dice el cámara que seguro que se corta.
JRV: Estás solo vos con un grabador.
DRV: Cambiando de tema, usted sabe que el año que viene son las elecciones, ¿usted también va a votar a Kirchner como todo el mundo?
(Silencio total... hasta los cuervos que revolotean la azotea se apaciguaron.)
JRV: No voy a votar a Kirchner.
DRV: ¿A quién, a los Radicales?
JRV: No, a nadie.
DRV: Ahhhh. Usted es lo que se dice "apolítico", entonces.
JRV: No exactamente. Yo no soy apolítico, soy anti-político. Me parece que hacer política no transforma el mundo de hoy. Me parece fatuo y por tanto inmoral, seguir desperdiciando por completo el poco tiempo que le dedica el promedio de los argentinos a hacer de este un país mejor. Con suerte, requiere una media hora de intentar distinguir al menos malo dentro de una bolsa que rebosa de los mismos soretes de siempre, una vez cada dos años. Estoy pensando en política y no puedo dejar afuera a la legislatura. No me va a decir que todavía se come el cuentito de la separación de Poderes, que a esta altura del Partido no se puede decir que el Ejecutivo y el Congreso sean dos cosas distintas. Si la única pausa que nos tomamos en dos años de laburo atrofiante, ciudades cayendo y alegría imbécil por televisión, lo malgastamos en votar a los mismos hijos de puta que vienen acumulando ceros desde que el mundo es mundo, ¿por qué en el 2007 no aprovechamos el día de escrutinio para hacer un verdadero esfuerzo reflexivo y aprender a diferenciar la factibilidad de progreso de la eterna utopía que nos venden los que viven de ese círculo vicioso? Si nos tomamos el tiempo suficiente para meditarlo, comprenderemos que dejar de perpetuar el sistema electoral que nos ofrece siempre los mismos candidatos de mierda es mucho más útil que darle un cuarto de lo que usted gana sudando al "menos malo". Lo que es yo, Rafael Videla, no voto más. Me parece que la democracia perdió toda la gracia que tenía al principio, cuando se decidían las cosas. Hoy siempre es "un otro" el que se manda los mocos, y para llegar a ser "un otro" no se puede hacer otra cosa que convertirse en moco humano, arrojado por las catapultas de la conciencia al infierno incandescente de la vergüenza.
DRV: ¿Quién piensa que es mejor jurado, Polino o Sofovich?
JRV: Sofovich, aunque sea judío. Por lo menos no es un maricón.
DRV: Para ir terminando, que se me acaba la cinta, cuenteme, ¿cómo fue su primera vez?
JRV: Pagué una prostituta mejor que la de mis hermanos, para poder debutar con algo de sado-masoquismo. Resultó que era menor de edad y mi padre la mandó matar. Lástima. Me hubiera gustado mandarla matar a mi.
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