El nuevo lanzamiento de StarSoft para las consolas Playstation II y X-Box es el flamante KILL'EM ALL, un juego que combina magistralmente la estrategia y los escenarios de acción en primera persona, al mejor estilo Doom II.
Los creadores de los aclamados THEY MUST'VE DONE SOMETHING, G.T.A. VICE-CITY y SUDACA'S PAIN ponen en las bateas este espectacular despilfarro de sangre, tripas y tiros ambientado en los monoblocks de Dock Sud, en el conurbano Bonaerense de Argentina.
La historia que hila la acción es la de un agente de la DEA, Max Rover, que después de encontrar a su mujer asesinada por una horda de indocumentados argentinos, decide cobrar venganza en ese país sudaca y miserable que tantos muertos de hambre envía al gran país de los Estados Unidos de América a robarle trabajo a ciudadanos americanos hechos y derechos.
KILL'EM ALL (o "HAY QUE MATARLOS A TODOS") tiene una trama complicada, en la que cada nuevo personaje (desde el Pibe Campana hasta el Guacho Pulenta) nos va haciendo avanzar de nivel subiendo los pisos del monoblock, hasta el último nivel en la terraza donde se desata el Major Mayhem vs. el Negro Morcipán, implacable ex-presidiario de Devoto, muy difícil de matar sin usar los truquitos.*
A medida que se avanza de nivel se van adquiriendo nuevas armas y artefactos, y nuestro personaje cambia desde una primitiva sevillana ensangrentada a una Uzi de fabricación autóctona del Docke, además de facones, machetes, Itacas y granadas de Río Cuarto.
Stewart Peterson, vocero de StarSoft en Argentina, aclara que en realidad KILL'EM ALL es un programa educativo. "En principio, nuestra distribución apuntaba a un target primordialmente compuesto de estadounidenses que puedieran llegar a visitar la Argentina como turistas y que no quisieran llegar desprevenidos. Pero rápidamente el juego encontró un nicho entre jóvenes argentinos ABC1 de Zona Norte y aledaños, que requerían cierta práctica para enfrentar a vagos malolientes con potencial de choreo", dice Robertson.
"Estamos cubriendo una necesidad básica tanto de futuros turistas como de padres de San Isidro" agrega, "que quieren que sus hijos vayan aprendiendo a lidiar con pobres, indigentes y negros varios". A lo largo de los 22 niveles de juego, el niño puede ir aprendiendo a tajear linyeras, incinerar miserables o acribillar ladrones de pasacasette.
En definitiva, una excelente oportunidad para "matarlos a todos" que, según Robertson "es lo que viene pidiendo la gente como uno hace años, pero que con tanto hippie en el gobierno hinchando las bolas todavía con lo de los derechos humanos nunca se puede llevar a cabo. Con KILL'EM ALL , las elites que puedan pagar los U$S 450 que cuesta disfrutarán de toda su furia asesina desatada virtualmente sobre quienes más se lo merecen: los negros esos de mierda".
Los creadores de los aclamados THEY MUST'VE DONE SOMETHING, G.T.A. VICE-CITY y SUDACA'S PAIN ponen en las bateas este espectacular despilfarro de sangre, tripas y tiros ambientado en los monoblocks de Dock Sud, en el conurbano Bonaerense de Argentina.
La historia que hila la acción es la de un agente de la DEA, Max Rover, que después de encontrar a su mujer asesinada por una horda de indocumentados argentinos, decide cobrar venganza en ese país sudaca y miserable que tantos muertos de hambre envía al gran país de los Estados Unidos de América a robarle trabajo a ciudadanos americanos hechos y derechos.
KILL'EM ALL (o "HAY QUE MATARLOS A TODOS") tiene una trama complicada, en la que cada nuevo personaje (desde el Pibe Campana hasta el Guacho Pulenta) nos va haciendo avanzar de nivel subiendo los pisos del monoblock, hasta el último nivel en la terraza donde se desata el Major Mayhem vs. el Negro Morcipán, implacable ex-presidiario de Devoto, muy difícil de matar sin usar los truquitos.*
A medida que se avanza de nivel se van adquiriendo nuevas armas y artefactos, y nuestro personaje cambia desde una primitiva sevillana ensangrentada a una Uzi de fabricación autóctona del Docke, además de facones, machetes, Itacas y granadas de Río Cuarto.
Stewart Peterson, vocero de StarSoft en Argentina, aclara que en realidad KILL'EM ALL es un programa educativo. "En principio, nuestra distribución apuntaba a un target primordialmente compuesto de estadounidenses que puedieran llegar a visitar la Argentina como turistas y que no quisieran llegar desprevenidos. Pero rápidamente el juego encontró un nicho entre jóvenes argentinos ABC1 de Zona Norte y aledaños, que requerían cierta práctica para enfrentar a vagos malolientes con potencial de choreo", dice Robertson.
"Estamos cubriendo una necesidad básica tanto de futuros turistas como de padres de San Isidro" agrega, "que quieren que sus hijos vayan aprendiendo a lidiar con pobres, indigentes y negros varios". A lo largo de los 22 niveles de juego, el niño puede ir aprendiendo a tajear linyeras, incinerar miserables o acribillar ladrones de pasacasette.
En definitiva, una excelente oportunidad para "matarlos a todos" que, según Robertson "es lo que viene pidiendo la gente como uno hace años, pero que con tanto hippie en el gobierno hinchando las bolas todavía con lo de los derechos humanos nunca se puede llevar a cabo. Con KILL'EM ALL , las elites que puedan pagar los U$S 450 que cuesta disfrutarán de toda su furia asesina desatada virtualmente sobre quienes más se lo merecen: los negros esos de mierda".
HERNÁN ABROJO
* Truquito: presionando Ctrl-Shift-N durante dos minutos, nuestro personaje obtiene la habilidad de arrojarle a sus enemigos jabón y agua, elementos que los habitantes de Dock Sud desconocen y repelen hasta huir despavoridos. Asimismo, cuando atrapamos a alguien, nos permite esposarle las bolas a la tubería, pudiendo volver en el juego cuando se desee a torturar al villa sin ninguna penalización en el conteo de tiempo de nuestro Cabezometro.
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