Ebuá. Se acaba el 2005. Se acaba sobre el pucho, así, de prepo, que uno no tuvo ni tiempo de acomodarse que ya está, finitto, kaput.
Ahora, a preparanos, Argentinos. Que el año que entra no nos entre por donde no corresponde, sino por donde brilla el sol. Disfrutemos de lo que queda del año que el 2006 se nos viene peludo, me parodi. Ya se avecina un presidente que estancó el dólar (con lo que mis sueños de hacer guita fácil exportando nuestra selva se esfumaron como polvo en el viento huracanado del kirchnerismo), un bondinero que me garantizó que el año que viene piensa atropellar tres sucios hippies (y se está quedando corto), una Santa Rosa de Lima que cuenta con miles de adeptos violetas (que planean un sinfín de batucadas domingueras durante dos túpidas horas de siesta a las puertas de mi hogar), un Rojo Glorioso al que no veo con pilas para volver a ser rey de copas, y más. Más, posta.
Lo que sí, no me puedo quejar como quería. Veníamos teniendo un año del orto y ahora resulta que termina bien. Así, no. Uno, después de pasar una reverenda cagada de meses uno atrás del otro, espera el último para recontra-putear por la mala leche. Y justo Diciembre, el mes del desahogo, se pone lindo. Las cosas marchan, la gente está contenta, fiestas, chupi, globo, champu, almendra, partusa, pileta, bombucha, corchito y tres tiros. ¡A reventar todo, que se acaba el mundo!
Tanta alegría, tanta algarabía, ¿de dónde salió? ¿Es porque se viene el veranito, los 15 días de playa para algunos y de plaza para otros? ¿A qué cráneo se le ocurrió poner las fiestas y el fin del año laboral justo a fin de año, la época en que más queremos protestar?
Después de pasarla tan bien este último mes, no me queda otra cosa que celebrar que estoy vivo, que soy Argentino viejo y pelado, que hay fernet en el freezer y que nunca, pero jamás de los jamases, fui ni seré Gujis...
- - -
SALUTTI A TUTTI
Y EL QUE NO SALUTTI,
¡¡ É CORNUTTI !!
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Ahora, a preparanos, Argentinos. Que el año que entra no nos entre por donde no corresponde, sino por donde brilla el sol. Disfrutemos de lo que queda del año que el 2006 se nos viene peludo, me parodi. Ya se avecina un presidente que estancó el dólar (con lo que mis sueños de hacer guita fácil exportando nuestra selva se esfumaron como polvo en el viento huracanado del kirchnerismo), un bondinero que me garantizó que el año que viene piensa atropellar tres sucios hippies (y se está quedando corto), una Santa Rosa de Lima que cuenta con miles de adeptos violetas (que planean un sinfín de batucadas domingueras durante dos túpidas horas de siesta a las puertas de mi hogar), un Rojo Glorioso al que no veo con pilas para volver a ser rey de copas, y más. Más, posta.
Lo que sí, no me puedo quejar como quería. Veníamos teniendo un año del orto y ahora resulta que termina bien. Así, no. Uno, después de pasar una reverenda cagada de meses uno atrás del otro, espera el último para recontra-putear por la mala leche. Y justo Diciembre, el mes del desahogo, se pone lindo. Las cosas marchan, la gente está contenta, fiestas, chupi, globo, champu, almendra, partusa, pileta, bombucha, corchito y tres tiros. ¡A reventar todo, que se acaba el mundo!
Tanta alegría, tanta algarabía, ¿de dónde salió? ¿Es porque se viene el veranito, los 15 días de playa para algunos y de plaza para otros? ¿A qué cráneo se le ocurrió poner las fiestas y el fin del año laboral justo a fin de año, la época en que más queremos protestar?
Después de pasarla tan bien este último mes, no me queda otra cosa que celebrar que estoy vivo, que soy Argentino viejo y pelado, que hay fernet en el freezer y que nunca, pero jamás de los jamases, fui ni seré Gujis...
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SALUTTI A TUTTI
Y EL QUE NO SALUTTI,
¡¡ É CORNUTTI !!
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