Marley es un gomía de verdad. Uno de esos tipos que uno conoce de toda la vida, un guacho macanudo y un laburante como pocos. La tele engaña y puede parecer medio zoquete, lo acepto, pero el odio que genera Me Indigna.
La última vez que nos juntamos me invitó a comer una mondiola a la pizza en Glew, y le dije: "Ale, en mi Blog la gente cree que sos un salame y te vota siempre en contra en las encuestas, ¿cómo puede ser?".
Él, ecuánime, me dijo: "Es así, Vapo. Se ve que quedo un poco mal parado en la tele y la gente cree que soy medio nabo, porque se la pasan escupiéndome la cara en la calle, cuando salgo del canal, y me gritan que me muera o que me haga enhebrar por un camión de travestis bolivianos sin gomita. Es jodido, pero la fama es así. La gente no te conoce y ya le caes mal. Calculo que a los demás famosos les pasará lo mismo, pero no sé porque no me invitan a ningún lado y también me escupen la cara.".
"¿La gente de la tele también?" le pregunté.
"Y sí... se ve que se vengan por cómo los escupen a ellos. Viste que yo soy un tipo pacífico y, como no les digo nada, me siguen escupiendo todos. La que se zarpa cuando la invito a Teleshow es Carolina Papaleo, que en cada corte se junta con los cámaras y entre todos me meten un ananá en el orto. Te digo que salir en la tele no garpa, man."
La verdad que ni yo lo entiendo. Está bien que Marley sea un poco más alto que lo normal, y por ahí un poquito torpe, pero en este Blog encontré mucha saña contra él y me parece que no se la merece. Ustedes porque no lo conocen, pero es un chabón copado. Una vuelta que se fue a Haití me trajo un gallo desangrado, y les juro por lo que más quieran que fue lo único que me sacó de encima el gualicho que me había puesto mi vieja.
Platero (como le decimos los compinches por la plata que hizo prostituyendo a Natalia Fassi) y Yo (Ostende, 2001).
La última vez que nos juntamos me invitó a comer una mondiola a la pizza en Glew, y le dije: "Ale, en mi Blog la gente cree que sos un salame y te vota siempre en contra en las encuestas, ¿cómo puede ser?".
Él, ecuánime, me dijo: "Es así, Vapo. Se ve que quedo un poco mal parado en la tele y la gente cree que soy medio nabo, porque se la pasan escupiéndome la cara en la calle, cuando salgo del canal, y me gritan que me muera o que me haga enhebrar por un camión de travestis bolivianos sin gomita. Es jodido, pero la fama es así. La gente no te conoce y ya le caes mal. Calculo que a los demás famosos les pasará lo mismo, pero no sé porque no me invitan a ningún lado y también me escupen la cara.".
"¿La gente de la tele también?" le pregunté.
"Y sí... se ve que se vengan por cómo los escupen a ellos. Viste que yo soy un tipo pacífico y, como no les digo nada, me siguen escupiendo todos. La que se zarpa cuando la invito a Teleshow es Carolina Papaleo, que en cada corte se junta con los cámaras y entre todos me meten un ananá en el orto. Te digo que salir en la tele no garpa, man."
La verdad que ni yo lo entiendo. Está bien que Marley sea un poco más alto que lo normal, y por ahí un poquito torpe, pero en este Blog encontré mucha saña contra él y me parece que no se la merece. Ustedes porque no lo conocen, pero es un chabón copado. Una vuelta que se fue a Haití me trajo un gallo desangrado, y les juro por lo que más quieran que fue lo único que me sacó de encima el gualicho que me había puesto mi vieja.
Platero (como le decimos los compinches por la plata que hizo prostituyendo a Natalia Fassi) y Yo (Ostende, 2001).
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